Las caricias no son un lujo, sino una necesidad en nuestras relaciones
Las caricias a veces vienen camufladas y otras veces son muy evidentes.
Están las caricias positivas y las negativas.
Identificarlas hace que las puedas disfrutar o sufrir.
Pero sin caricias no hay amor, no hay calor, no hay sentido
¿Alguna vez te has planteado observar qué tipo de caricias recibes y qué generan en ti?
Te voy a mencionar algunas que tal vez conozcas o no. Quizás puedas empezar a reconocerlas.
Están las caricias de amor, las sinceras, las que te ponen los bellos erizados, las de la inocencia de los niños, las interesadas, las de imposición, las de por favor.
Sobre estas últimas quiero profundizar:
Cuando pides que te quieran, que te hagan caso, que te escuchen, que te miren y te digan algo bonito o incluso valoren algo de ti, esas caricias de por favor…
¿Qué precio se paga por estas caricias?
Querer y que te quieran, es el ideal.
Querer por necesidad de ser querido, tiene un precio. Un precio que no tiene un valor específico, pero si un dolor añadido.
Saber querer no es fácil.
Nos han enseñado a querer a los demás antes que a nosotros. Algunos decían que si pensabas en ti, eras egoísta. No había sitio para uno en el querer. Tú tenias que ser el último de la lista.
Grave error que hemos pagado muchas personas por no seguir nuestra intuición. Y me incluyo.
Yo repito muy a menudo:
“ Qué quieres dar a los demás, que no te das a ti mismo”
¿Caricias a cambio de qué?
Las caricias no son un lujo, son una necesidad básica que debemos disfrutar los humanos. Es parte de nuestra Salud.
Las caricias, son parte de nuestro bienestar.
La soledad puede ser mucho más dura, que el recibir caricias negativas. Aquí cito «las de por favor», «las de imposición», «las obligadas», «las que te producen dolor»…
Por esto quería identificar este sutil acto, que muchas veces pasa desapercibido y que tan grande repercusión tiene en todos nosotros…
¿En qué grupo identificas que estás?
En los que dan caricias positivas, en los que dan caricias negativas, en los que viven en soledad…
Tal vez toque hacer un cambio de mirada.
Desde Coaching Motiva nos acercamos a identificar dónde estás, qué es lo que sientes, y a partir de ahí, qué quieres hacer

Escrito por Carol González

Desde una crisis personal y no viendo con claridad el camino por dónde tenía que seguir, hace nueve años, empecé con un libro de crecimiento personal. Caminando en la búsqueda de mi yo interior. Reconocí que estaba viviendo una vida sin sentido y llena de preguntas sin respuestas. Esto hizo que mi curiosidad y ganas de encontrarme moldease la personalidad que tenía, por la que verdaderamente quería tener. Salió el ego, la culpa, la rabia y el miedo ante un camino desconocido que me impedía avanzar. Rescaté mi ilusión, mis sueños, mi fuerza y perseverancia a través de identificar los valores que necesitaba y con ellos, llegó la confianza que hizo realidad la vida que tengo ahora. Mi vida personal y profesional cambió drásticamente. Esto me trajo una vida con sentido, con propósito y con amor, donde la rutina dejó de ser la norma, la calma llegó para quedarse y la seguridad en mí misma me mostró que con mis valores y con la convicción de quién era yo, podía mostrar que si yo lo había conseguido, tú también lo puedes conseguir. Solo te hacen falta dos cosas, compromiso y confianza. Si los tienes, lo conseguirás. Si no los tienes, puedes trabajar para alcanzarlo... y todo comienza revisando tus valores y preguntándote qué quieres en tu vida.... No tengo una carrera universitaria, pero sí tengo la seguridad de creer en mí y cuando crees, creas. Creo firmemente que he encontrado mi camino. Ahora soy yo la que toma mis propias decisiones, la que dirige mi vida y soy libre dentro del mundo en el que vivimos.... Sé que tengo mucho que aprender en la vida y quiero seguir aprendiendo... Cuando te rodeas de personas y situaciones que suman, sabes que el camino es el correcto. Por eso como siempre decimos... Seguimos caminando.

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